AUDIMA

quarta-feira, 27 de novembro de 2024

Mindfulness comunitário


Gestão de tarefas e recursos humanos em organizões 








"A maioria das pessoas mais exitosas usa esta superferramenta para melhorar os seus relacionamentos e a sua saúde no dia a dia. Algumas ainda não o sabem."


A natureza socializadora da atenção plena: cultivando conexões conscientes

  • Como a atenção plena pode influenciar as nossas interações sociais?
  • Benefícios da atenção plena no campo social
  • Como incorporar a atenção plena na sua vida social?

Mindfulness é uma prática tradicionalmente associada ao bem-estar individual . No entanto, os seus benefícios vão além da calma interior e da redução do stresse. A atenção plena também desempenha um papel crítico no desenvolvimento das nossas habilidades sociais e na construção de relacionamentos mais significativos.

Como a atenção plena influência as nossas interações sociais?

  • Presença Consciente: Ao praticar mindfulness aprendemos a estar presentes no momento, sem nos deixar levar por pensamentos sobre o passado ou o futuro. Essa habilidade nos permite prestar atenção total à pessoa com quem estamos a interagir, gerando uma conexão mais profunda e autêntica.
  • Escuta Ativa: Mindfulness incentiva a escuta ativa, ou seja, a capacidade de ouvir sem julgar ou interromper, focando em compreender verdadeiramente o que a outra pessoa está a dizer. Isso cria um espaço seguro para outras pessoas se expressarem e fortalece os laços interpessoais.
  • Empatia e Compaixão: Através da prática da atenção plena, desenvolvemos uma maior compreensão das nossas próprias emoções e das dos outros. Isso nos permite cultivar a empatia e a compaixão, o que, por sua vez, promove relacionamentos mais calorosos e de maior apoio.
  • Gestão Emocional: Mindfulness ensina-nos a reconhecer e aceitar as nossas emoções sem nos deixarmos dominar por elas. Esta habilidade é essencial para manter relacionamentos saudáveis, pois nos permite responder às situações de forma mais calma e assertiva, aliás, entra de cheio na
  • Tomada de Decisões: a atividade neuronal prévia ao sermos conscientes de uma escolha, (tenho que decidir entre a, b, c, d... etc.) vem evidenciada pela última neurociência, a sensibilização do indivíduo para esses processos, considerados inconscientes, faz parte dos mecanismos promovidos por mindfulness e a sua consciencialização dos mais subtis sensações interoceptivas que murmuram no nosso corpo.
  • Redução de Julgamento: Ao praticar a atenção plena, aprendemos a observar os nossos pensamentos e julgamentos sem nos apegarmos a eles (seja por atração, seja por rejeição). Isto permite-nos aceitar os outros como são, sem julgá-los ou rotulá-los, o que facilita a convivência e a colaboração.

Benefícios da atenção plena no campo social

  • Melhoramento das Relações Interpessoais: Mindfulness ajuda-nos a construir relacionamentos mais fortes e satisfatórios, baseados na confiança, no respeito e na compreensão mútua.
  • Maior capacidade de resolução de conflitos e da tomada de decisões: ao praticarmos a atenção plena, desenvolvemos habilidades de comunicação mais eficazes e uma maior capacidade de gerir conflitos de forma construtiva.
  • Maior bem-estar geral: as relações sociais saudáveis ​​são essenciais para o nosso bem-estar emocional e psicológico. A atenção plena ajuda a melhorar a nossa qualidade de vida, fortalecendo os nossos laços com outras pessoas.

Como incorporar a atenção plena na sua vida social

  • Meditação Mindfulness: Pode passar alguns minutos todos os dias a praticar meditação mindfulness de modo a cultivar a atenção plena.
  • Atenção plena na conversa: durante as conversas, preste atenção aos seus pensamentos, emoções e sensações corporais, tente ouvir ativamente a outra pessoa, e não estar a preparar os seus raciocínios.
  • Mindfulness em grupos (Sanghas): pode participar de grupos ou atividades de mindfulness que incentivem a conexão social e a prática da atenção plena.

Resumindo, a atenção plena é uma ferramenta poderosa para cultivar relacionamentos mais profundos e significativos. Ao praticar a atenção plena, podemos melhorar as nossas habilidades sociais, reduzir o stresse e aumentar o nosso bem-estar geral.


terça-feira, 26 de novembro de 2024

Estados de consciencia

 Estados de consciencia


dada la dificultad de deslindar la perspectiva tradicional de la medicina, veamos:
Los fisiólogos hablan de 2 grandes grupos Vigilia - Sueño.
Podemos pensar en una parábola de mayor-menor (in)consciencia:

  • Desconexión 
  • Máxima alerta ⚠ 
  • Media alerta
  • Mínima alerta: estupor-obnubilación --> somnolencia-sopor   (más severo que el par anterior)
  • Desconexión: Coma (superficial o profundo) Sueño.

Confusión:  parece estar en plena vigilia, pero su pensamiento y acciones son desordenadas y caótica

s.
DelirioLos signos de confusión van acompañados de alteraciones vegetativas (aumento de la frecuencia cardíaca, temblor, sudoración, dilatación de las pupilas). Aparecen alucinaciones e ideas delirantes que pueden desencadenar ansiedad y agitación psicomotora.






Existen diferentes estadios evolutivos en función de nuestro nivel de consciencia:

El primero se llama «inconsciente». En él vivimos de forma egocéntrica, victimista y reactiva, culpando siempre a algo o alguien externo a nosotros. Ridiculizamos y nos oponemos violentamente al autoconocimiento porque tenemos mucho miedo al cambio. Decimos estar en piloto automático. Vivir en piloto automático.

El segundo se conoce como «consciente de la inconsciencia». Es decir, nos damos cuenta de que tenemos un lado oscuro y de que hay algo en nuestro interior que podríamos revisar, en vez de malgastar toda nuestra energía en cambiar a los demás y el mundo en el que vivimos. Es entonces cuando, movidos por una saturación de sufrimiento nos adentramos en una crisis existencial que nos conduce a la humildad de estar abiertos a conocernos mejor y de cuestionar nuestro estilo de vida. Pero debido a nuestra falta de comprensión y de entrenamiento seguimos en conflicto con nosotros mismos y con la realidad. En esta etapa solemos decir «¡qué felices los ignorantes!»

El tercer nivel se denomina «consciente». Aquí ya nos conocemos mejor y nuestro ego está más o menos integrado, con lo que somos altruistas, responsables y proactivos, sabiendo cómo cultivar un bienestar duradero. Se activan capacidades más elevadas que nos permiten afrontar la adversidad como una oportunidad de aprendizaje. Descubrimos quiénes verdaderamente somos –más allá del personaje– y se revela nuestro propósito de vida.

Finalmente, la cuarta etapa se llama «consciente de la conciencia». Totalmente desidentificados del ego, nos fundimos con la realidad, comprehendiendo que el observador y lo observado son lo mismo. El silencio y la meditación se convierten en compañeros de viaje para preservar la profunda sensación de conexión, unidad y totalidad que se siente en el interior. Paradójicamente, se trata de una experiencia mística donde no hay lugar para el experimentador. Suele ser un estado temporal, que deja una huella imborrable en la memoria del corazón.

Estos cuatro estados de consciencia no son lineales, sino que se transitan en espiral. A veces damos tres pasos hacia adelante y dos para atrás. Eso sí, la sabiduría que se adquiere por el camino jamás se pierde; se acumula en nuestra conciencia, a la cual accedemos cuando vivimos de forma consciente. De ahí que se suela utilizar la metáfora del «despertar» para aquellos que se han dado cuenta de la importancia de mirar hacia adentro, respetando los procesos de quienes siguen «dormidos» –en lucha y conflicto consigo mismos– por estar constantemente perdidos mirando hacia afuera.

Inconsciente:
-No sabemos lo que es el ego y, por consiguiente, no nos damos cuenta de que vivimos de forma egocéntrica, plenamente identificados con este falso concepto de identidad.
-Vivimos dormidos, con el piloto automático puesto, reaccionando impulsivamente cada vez que la realidad no se adecua a nuestros deseos y necesidades egocéntricas.
-Al no tener control sobre nosotros mismos, no somos responsables ni dueños de nuestros actos; somos marionetas del ego, quien nos mantiene tiranizados a un encarcelamiento psicológico.
-Somos esclavos de nuestra mente y, en consecuencia, de nuestra ignorancia, que nos lleva a vivir bajo la tiranía del pensamiento inconsciente y negativo.
-Pensamos constantemente en el pasado y en el futuro, marginando por completo el momento presente.
-Adoptamos el rol de víctimas, quejándonos y culpando siempre a los demás de nuestro propio sufrimiento.
-Necesitamos evadirnos y narcotizarnos para evitar el contacto con nuestro vacío existencial.
-Creemos que la vida no tiene sentido.

Consciente de la inconsciencia:
-Descubrimos lo que es el ego, nos damos cuenta de que somos muy egocéntricos y empezamos a entender lo que significa vivir identificados con este falso concepto de identidad.
-Seguimos reaccionando impulsivamente, pero tomamos consciencia de que cambiar esta actitud tan nociva sólo depende de nosotros mismos.
-Empezamos a tener control sobre nosotros mismos y somos en parte responsables de nuestros actos.
-Seguimos siendo esclavos de nuestra mente, pero en ocasiones conseguimos crear cierto espacio para no identificarnos con nuestros pensamientos.
-Pensamos en el pasado y en el futuro, pero intentamos centrarnos en el momento presente.
-Sufrimos, pero poco a poco dejamos de culpar a los demás, empezando a aprender de nuestros errores.
-Necesitamos evadirnos y narcotizarnos, pero lo llevamos a cabo «conscientemente».
-Creemos que la vida tiene el sentido que le queramos dar.

Consciente:
-Dejamos de estar identificados con el ego; sabemos cómo gestionarlo para que deje de limitarnos, manipularnos y boicotearnos.
-Ya no reaccionamos impulsivamente, aunque podemos perder este estado de autocontrol en momentos de mucha adversidad, siempre y cuando dejemos de prestar la suficiente atención.
-Al tener domado al ego, somos dueños de nosotros mismos y, por tanto, totalmente responsables de nuestros actos.
-Al comprender cómo funciona nuestra mente ya no nos invaden pensamientos; de hecho, pensamos conscientemente para llevar a cabo fines constructivos.
-Pensamos de forma consciente y lo hacemos en positivo, quedándonos con el aprendizaje que se oculta detrás de cualquier experiencia; vivimos el momento presente.
-Asumimos que somos 100% corresponsables y co-creadores no sólo de nuestro bienestar, sino también de nuestras circunstancias actuales.
-Ya no sufrimos, y esta ausencia de malestar nos hace sentir muy bien con nosotros mismos y con los demás. De ahí que no necesitemos evadirnos ni narcotizarnos.
-Sentimos que la vida tiene sentido porque la hemos convertido en un proceso de aprendizaje para llegar a ser felices.

Consciente de la conciencia:
-Entramos en contacto con nuestro ser, esencia o yo verdadero, y nos sentimos unidos a todo lo que existe.
-Aceptamos y amamos todo lo que sucede porque es «lo que es»; vivimos en un profundo estado de ataraxia, de imperturbabilidad interior.
-Cultivamos la atención consciente; nos observamos a nosotros mismos en tercera persona, con lo que somos capaces de tomar la actitud que más nos convenga en todo momento.
-Yendo más allá de nuestra mente, conseguimos alinearla con el momento presente, el único que existe en realidad.
-Vivimos tan conscientemente que no hay lugar para el pensamiento; en caso de pensar, lo hacemos de forma neutra, pase lo que pase.
-Experimentamos plenitud interior, es decir, vitalidad, felicidad, paz interior, gozo, amor, alegría y gratitud de estar vivos; lo sentimos en el vientre, debajo del ombligo.
-Aunque lo intentáramos, no podríamos evadirnos; estamos plenamente conectados con nosotros mismos y con la realidad de la que formamos parte.
-La mente se disuelve, dejando de interpretar la realidad de forma dual para empezar a verla tal y como es: absolutamente neutra.
-Somos la vida, con lo que ya no necesitamos comprenderla ni dotarla de sentido.