AUDIMA

lunes, 20 de enero de 2020

El dolor como una fuerza creadora


"Los problemas son pruebas con las que enriquecer la vida. No se trata de expulsarlos a modo de exorcismo"


"Nosotros trabajamos con enigmas, sabemos que llegamos a problemas profundos, pero no sabemos a cuáles"

El abanico de patologías que trata la arteterapia es infinito: discapacidades, autismo, anorexia, drogodependencias, abusos sexuales, depresión, angustia al final de la vida y problemas de integración social. Los arteterapeutas, señala Klein, han de reunir tres requisitos indispensables: ser profesional de la salud, psicólogo o trabajador social; ser artista o tener cierta sensibilidad artística, y haber recibido una formación específica en arteterapia. Realizan terapias individuales, pero también intervienen como mediadores en barrios marginales, escuelas conflictivas, cárceles u hospitales psiquiátricos.


Según el tipo de problema a tratar y las características de la persona, propone una disciplina artística, desde artes plásticas a música, teatro, danza o literatura. A través de ella, el paciente trabaja sobre su problema, y lo convierte en un aliado. "Los problemas son pruebas con las que enriquecer la vida. No se trata de expulsarlos a modo de exorcismo. Dicho de manera coloquial, convertir la mierda en fertilizante", explica Klein.


La obra es un medio con el que tratar el problema de una manera indirecta, menos agresiva que otros tratamientos. "El adolescente conflictivo plasma la violencia de su vida en sus obras. Así, trabaja su violencia como un juego, sin riesgos en la vida real", recalca. La producción artística permite crear metáforas sobre el problema. "El ejercicio de destrozar materiales y hacer una escultura con ellos simboliza la posibilidad de sacar algo bello de lo roto: destruir para construir", explica.


Las anoréxicas y las bulímicas, por ejemplo, trabajan sobre sus cuerpos mediante las artes plásticas porque el teatro y la danza, en los que hay que exhibirse, resultan agresivos. Una práctica habitual es hacer un collage con fotos de revistas, convirtiendo a las modelos en monstruos de formas y proporciones imposibles. Esa sutileza convierte al método en una opción eficaz para personas con dificultades para verbalizar los problemas y para tratar a quienes se nieguen a recibir terapia. "No se trata sólo de expresar", matiza. "Expresar alivia, pero crear transforma".

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