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"Lo emocional no desaloja lo racional: lo redefine"
(Astudillo y Mendinueta en El cine como instrumento para una mejor comprensión del ser humano, 2008)
Sin duda, esta frase permite mucho espacio para la reflexión. Dime ¿cómo te sientes? Busca en el cuadro...
No obstante, y a sabiendas de que los síndromes no son suficientemente numerosos aún, para esta entrada hemos trabajado nuevamente un algoritmo que permita facilitar las claves diagnósticas para un grupo de problemas emocionales, diagnosticables (ojo) solo si las enfermeras pueden prestar cuidados eficaces para su resolución o mejora. Si no, más vale no diagnosticar por nuestra parte... ¿para qué? ¿para identificar problemas a los que no vamos a dar respuesta?
Si observamos con atención, como hemos comentado, efectivamente algunas cuestiones contienen las otras. Por ejemplo, dentro de la aflicción (como manifestaciones clínicas) están el temor, la impotencia, la desesperanza y la baja autoestima. O dentro de la autoestima se describe una "incapacidad para afrontar", lo cual podría dar pie a pensar que la persona tiene un problema de afrontamiento.
Frente a todas estas dificultades y sus consecuentes dudas, es común que las enfermeras opten por etiquetar muchas cosas y así no fallarán. Pero claro se pasa entonces de la precisión diagnóstica a la dispersión diagnóstica, siendo peor el remedio que la enfermedad. Quiero decir, preferiría no poner nada a emitir una serie de sonidos guturales indescifrables en las historias clínicas. Antes de adentrarte en un territorio tan "farragoso" es mejor escuchar a la persona, permitir que exprese completamente su narrativa, descifrar el significado que atribuye a los hechos, para averiguar (y corroborar con su impresión) cómo se siente.
Las emociones... ¿qué cuidados precisan?
eldiagnosticoenfermero.es/lo-emocional
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